Una de las preguntas que más nos hacéis cuando venís a pedir información es la de: ¿Cuándo puedo llevar a mi bebé a nadar?

En este post os ayudamos a resolver posibles dudas.

Es una actividad a partir de la cual los más pequeños consiguen familiarizarse con el medio acuático. No son clases de natación al uso, están adaptadas a sus capacidades. El objetivo fundamental es que los bebés desarrollen su sistema psicomotor de una manera más rápida y natural adaptándose al medio acuático al igual que lo hacen en el terrestre descubriendo así y adaptándose a las nuevas sessaciones sirviendo como apoyo a su desarrollo psicomotor.

Antes de nada, tenemos que ser conscientes de que cada bebé tiene su ritmo. Y, aunque en la mayoría de los casos se recomienda que a partir de los 4-5 meses ya puedan tener sus primeras experiencias acuáticas, es necesario que veamos cómo se comportan en el agua para ver si realmente están preparados para empezar con clases en piscina.

Nosotros recomendamos las clases a partir de los 6 meses, pero antes ya podéis hacer adaptaciones y prácticas en la bañera. Pero te recomendamos que, antes de llevarlos a una piscina, consultes con el pediatra para descartar cualquier contraindicación (piel atópica, otitis…).

En nuestras instalaciones la temperatura del agua es de 29-30ºC y nuestros vestuarios están adaptados con cambiadores para mayor comodidad.